fbpx

BORO

Mapachepeleón, cuando llegaste cabías en la palma de la mano, al poco tiempo casi no cabías en neustros corazones por todo lo que te queríamos.

Eras un perro extraño, casi un filósofo. Se nos hacía muy raro que no supieras ladrar. Y no es que no supieras, es que nunca consideraste necesario perturbar esa calma que tanto te caracterizaba.

Eras tranquilo, fiel, amistoso. Eras un perro que daba gusto tenen. Te fuiste igual que viviste, tranquilo, durmiendo. No consideraste necesario dar un problema ni siquiera al despedirte. No sé si fuimos unos dueños de los que te sintieras orgulloso, pero yo me siento exultante de orgullo porque hayas sido mi perro, mi mi amigo.

Hasta pronto, Boro.

© 2024 Mascotas Fénix S.L.U.