Wifly nació el 6/2/09 y ha estado con nosotros desde ese día. Era más que un perro, era un amigo, era uno más de la familia. Wifly era pura energía, era un torbellino, un terremoto que derrochaba amor y alegría allí por donde pasaba. Le encantaba correr y comer y odiaba los baños aunque se metía en todos los charcos que encontraba. Al marcharse ha dejado un hueco en nuestras vidas que nunca podremos llenar, siempre lo recordaremos y le damos las gracias por habernos hecho tan felices. 

Corre mucho amigo, has sido y serás el mejor perro del mundo. 

Te queremos.