Te apagaste el pasado 24 de Noviembre, y tardaremos bastante tiempo en asumirlo. Eras como el AVE FÉNIX, cuando creíamos que te nos ibas, resurgías con más fuerza, pero esta vez no pudo ser.

El único consuelo que nos queda, como dice " tu Paquito", es que hemos hecho todo lo que estaba en nuestra mano para que fueras feliz y estuvieses lo mejor posible a lo largo de toda tu vida.

Tenemos que agradecerte tanto, todo lo que nos has dado durante estos años quedará siempre en nosotros, tu nobleza, tu cariño, en fin, tantas y tantas cosas...

Solo nos queda algo que estará siempre ahí, tu recuerdo.

Gracias por todo, y "hasta siempre cabezoncete".