Dina, has estado con nosotros casi once años, te marchaste el catorce de octubre de 2011. Tu nobleza era envidiable. Cada día al entrar a casa no podemos evitar el recuerdo de tu compañía, siempre cerca de nosotros. En este momento de angustia decimos que pocos perros podrán presumir de lo que fuiste, formando parte de nuestras vidas en todo momento. Tú te has ido, pero tu recuerdo permanecerá siempre en nuestros corazones.

Con una mirada se dice mucho más que con todas las palabras del mundo.

Gracias por todos estos años de felicidad y compañía junto a ti.